
En Septiembre de 2021 mi compañera y amiga Angela me propuso ir a un espectáculo llamado «Mellizo Doble» en el Roma Europa Festival, al Auditorio de la Música.
A mí el flamenco experimental moderno no me apasiona, pero ella tenía tantas ganas de ir que accedí a acompañarla. No tenía ni idea de quiénes eran estos artistas, pero me fie de su gusto cultural.
Aquel día me cambió la vida. Vi un show del alma humana con todo su desparpajo flamenco y musical que me dejó llena de curiosidad, de nueva vida. Empecé a investigar y descubrí a dos artistas polifacéticos y originales. Israel Galván me encantó, pero con Francisco Contreras sentí una conexión particular.
Empecé a escuchar sus programas de radio «Extrañas Heterodoxias», me compré su libro «Llamadme Amparo» durante mi cuarentena por tener el COVID, y me sentí una reina abrazada y comprendida en este mundo tan estereotipado, sobre todo en el tema artístico.
En diciembre en el Matadero de Madrid hacía unos conciertos de Villancicos, «Hoy comamos y bebamos». Le dije a mi madre que quería eso de regalo de Navidad, acabar el año escuchando los villancicos que él tenía que proponernos, siempre con esa manera ancestral, sabia y original de hacer música o de transmitir su visión como un proceso para renacer.
Allí que nos fuimos con mi amiga Rebe las tres el 30 de diciembre, y gozamos de ese concierto como nunca! Una fiesta para cerrar el año 2021 que había estado lleno de momentos complejos. Y lo mejor fue que nos encontramos en persona al Niño de Elche y tuve la ocasión de saludarlo, abrazarlo, darle las gracias y hablar un rato de nuestra manera de ver el arte, de cómo nos ha salvado porque gracias a él podemos comprendernos mejor y colaborar con el mundo espiritual de manera concreta, así como reconstruir el mundo que nos rodea, dar un mensaje.
Volví a Roma y seguí escuchándolo, leyéndolo, y cada vez sentía más fuerte que me ayudaba a dar forma a todo lo que es el arte social.
En mayo, concretamente el 27 de mayo estuvo en el Festival de la música en Segura, e hizo un concierto increíble con el Yelmo detrás, mi montaña. Este concierto fue en Orcera, tierra natal de mi abuelo, y ese día es mi cumpleaños y el de Francesca King. No pude asistir, pero verlo allí ha sido una de las cosas más poéticas que he vivido, las fotos de ese concierto son increíbles! Un regalazo.
Poco después de semejante espectáculo algunos amigos me dijeron que por qué no le hacía un homenaje artístico en mi taller de Casa Loïc, ya que allí hacemos muchos proyectos textiles inspirándonos en artistas sociales que nos llenan por alguna razón.
Francesca King quería hacer unas bufandas para hombre originales, y ahí surgió la magia. Empezamos a leer trozos del libro «Llamadme Amparo» que resuena mucho con nuestra forma de trabajar y vivir. Cogimos la portada como inspiración de color, hicimos la urdimbre y en julio empezó a tejer a ritmo de flamenco italiano.
Hay que decir que Francesca King no se relaciona con hombres habitualmente, ni mucho menos con los que no hablan italiano! Pero con Francisco Contreras ha hecho una especial excepción.
Ha escuchado su música, se han escrito mensajes, cartas, y han creado una preciosa conexión. Un tejido lleno de calor, amor y verdad. Tejer es un mundo de pequeños pasos llenos de significado misterioso, que se quedan impregnados en cada prenda que hacemos.
En agosto tuve la oportunidad de ir a Madrid y dejarle la primera de las bufandas del «tejido flamenco italiano» al niño de Elche en persona. Como estaba viajando se quedó esperando unos meses en una barbería del centro de Madrid.
El 22 de noviembre de 2022 era la presentación de su disco «Flamenco. Mausoleo de celebración, Amor y muerte» y ese fue el día que estrenó nuestra bufanda.
No puede haber un día más especial para ello. Este nuevo disco también refleja lo que nosotros hacemos cada día en Casa Loïc. Es un grito hacia lo que ya se está perdiendo, pero que paradójicamente tiene ahora más fuerza. Es una llave para entrar de manera más real y visceral en el arte.
Está lleno de colaboraciones con otros artistas muy interesantes, pero sobre todo, es un tejido simbólico de cosas que mueren, cosas que se aman, que se celebran.
El 16 de diciembre en la presentación de Movistar nos mandó esta fotografía en la que luce nuestra bufanda, y para nosotras es un orgullo y un motivo de alegría.
Es una confirmación de que se puede llegar lejos cuando uno ama, de que este arte o artesanía algo olvidado puede viajar por el mundo de una manera original, tierna y digna.
Desde aquí queremos dar las gracias al Niño de Elche por su reconocimiento, su atención delicada hacia nosotras y sobre todo por lo que es y lo que transmite al mundo. Es una persona que sin duda hace del arte social un día a día, sin etiquetas y de la manera más extraña y heterodoxa.




