En la sede de la Sociedad Antroposófica de Roma hemos empezado un grupo de búsqueda sobre el arte social, con un enfoque práctico y experiencial.
Desde hace un tiempo en la Fundación Rudolf Steiner queríamos abrir nuevos horizontes, renovar la cultura de la Sede como hemos reestructurado nuestro edificio.
De ahí me surgió la idea de crear un grupo en el que el arte social es el protagonista. Este arte llamado «arte del futuro» tenía algo de lejano, de abstracto y yo quería que saliera a la luz algo que ya muchos hacemos en nuestra vida cotidiana. Hemos creado un grupo en el que reina la libertad y el amor, no como una parte repipi, sino como las cualidades humanas fundamentales que tenemos que entrenar en esta sociedad cada día más y que además son la base de la Antroposofía.
Vivir de esta manera poética y simple el mundo, con un hilo conductor que es profundizar la relación humana, tanto individual como la vida en sociedad, de un forma creativa, artística.
Practicar entre nosotros nuevos conocimientos, pero más a través de los sentimientos para llegar a una conciencia moral nueva, esa parte fuerte y luminosa que todos tenemos dentro y que darle un espacio mensual hace que se creen semillas y nuevas formas de ver la vida, herramientas para ver desde otras perspectivas lo que nos ocurre.
Las personas que están frecuentando el grupo han empezado un trabajo sobre la casa, ese hogar en el que habitamos, que puede ser desde una casa que deseamos desde pequeños a un modo de vivir, una constelación en el cielo o una mirada de otro que nos hace sentir vivos y auténticos.
Este tema es una gran metáfora de nuestra alma, llena de posibilidades creativas y que ha dado lugar a muchos temas de reflexión y diálogos muy especiales.
Se ha creado un clima caluroso, íntimo y sereno desde el primer momento. Es un grupo entusiasta y que se divierte merendando juntos, yendo a comer por el centro de Roma después de nuestro encuentro, incluso hemos ido a hacer una visita guiada a la iglesia de San Francesco Ripa.
El arte es el hilo conductor de cada cosa que hacemos, así cómo la devoción al otro, y el cuidado a nosotros mismos, con alegría, amabilidad y mucha poesía.
Me siento una directora de orquesta de una banda de música increíble que puede llevar a hacer un gran concierto y emocionar a mucha gente.
El arte social es una predisposición que hace que la parte espiritual salga del dogma, del contenido o de la técnica y se convierta en una manera humana de vivir.
Se irradia calor, bondad y coraje. Es una elección que se hace, el ser cada día mejor persona con uno mismo y con los demás. Es una mirada como a un bebé, con esa ternura que te hace reconocer tus errores sin fustigarte demasiado y meterte manos a la obra para corregirlo. Es la capacidad de perdonar y también de aceptar a los demás.
Cómo os podéis imaginar, igual que vamos al gimnasio, algunos queremos entrenar esta parte nuestra y hacerla salir al mundo con desparpajo y sobre todo con amor. No es el de San Valentín, que también, el amor cósmico, ese que nos hace mover el Sol y las otras estrellas, cómo decía el gran Dante.
En este grupo de investigación intercalamos dinámicas de grupo con actividades artísticas, así como organizamos eventos culturales y socializamos de muchas formas, desde estudiar juntos a hacer una comilona romana. Os esperamos en Vía Saliceti en Trastevere, Roma!


